martes, 23 de junio de 2009

La oficina está en orden (reminiscencias del Santo Despelote)


Como verán ordené un poco mi escritorio. Ya no hay papeles dando vueltas, discos revueltos, basura entorpeciendo los movimientos, como pueden ver AQUI… Ya puse cada cosa en su lugar y está todo donde corresponde. Asocio este orden con una experiencia de estos últimos días. Porque también solía tener, últimamente, mi cabeza desordenada por una actividad que me había capturado y a la que estaba remitida todo lo demás. Me pasaba casi todo el día pensando en ella o tratando de relacionar con ella las cosas que vivía. Procuraba encontrar tiempo para dedicarle, o atención para prestársela.
En estos días me quedé, también, sin esa ocupación. Aquella cuestión a la que se destinaban prioritariamente mis “pilas”, que me tenía leyendo por los rincones, pensando y elaborando cuestiones en cada momentito que mi cabeza encontraba un huequito, se terminó. Así que también en ese aspecto, el escritorio se ordenó. Esa ocupación que salpicaba todo lo demás y no me dejaba concentrar completamente en ninguna otra, también está cerrada y guardadita. Ya no está más por acá reclamando atenciones, distrayendo o entorpeciendo la concreción de otras empresas. Ya está todo ordenado. Todo prolijamente acomodadito en su respectivo espacio. Ya soy digno de la felicitación de alguna tía solterona.
¿Y qué gané? ¿Se supone que ahora soy mejor? ¿Debería sentirme más útil, más santo o más feliz en virtud de la superación de aquel desorden? De ser así, por favor, que alguien me avise.
Está todo ordenado pero, en realidad, en este momento, sólo tengo ganas de clavarme un buen tango…
¡Salud!



1 comentario:

  1. Para mí el desorden es sinónimo de actividad; mi escritorio sólo se halla ordenado cuando realmente no tengo nada que hacer allí.

    Sin duda yo prefiero el desorden tanto del escritorio como el mental, pero a veces hay que dejar que las cosas reposen, que se ordenen, y que ocupen su lugar para poder dedicarse plenamente a otras. Siempre hay un camino nuevo por el que transitar.

    Besos.

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