Feliz Año Nuevo
Tengo
un amigo que me enseño que “Dios es bueno y sabe amar”. De hecho, amar es un
arte. La mayoría de nosotros tiene “un modo medio entupido de ser y de decir
cosas que pueden lastimar”. Saber amar implica saber hablar y saber oír, estar
presente sin ser invasivo, aconsejar respetando la autonomía, socorrer sin
generar dependencia, suplir sin quitar responsabilidad, decir “no” sin precisar
explicar y decir “si” cuando es necesario en vez de cada vez que se quiere,
revelar verdades sin partir defectos, fomentar virtudes sin esconder las
faltas. Saber amar exige abnegación sin expectativa de retribución, donación
sin cobrar recompensa, generosidad sacrificial y disposición para el perdón setenta
veces siete. Amar es también generar condiciones para que la persona amada se asuma
y aprenda a amarse a si misma, perciba sus limites sin volverse cautiva de la vergüenza.
Amar es dar lo mejor que tenemos y de lo que somos en beneficio de la persona
amada. Amar es abrir la ventana para que el pájaro vuele libre y la golondrina
vuele feliz.
Todo
eso te deseo en 2014.
Que
experimentes la precisión del escandaloso amor de Dios. Y crezcas en el
maravilloso arte de amar.
Ed
Rene Kivitz