viernes, 19 de junio de 2009

Todo don perfecto ... (Intento Reincidente)

En la entrada anterior mencionaba la manera en que nos entregamos a una casuística, que bastante poco tiene de cristiana, según la cual si tomamos las opciones que Dios nos presenta siempre habremos de tener vidas rumbosas, ajenas a mayores dificultades, superadas de toda complicación. Idea perversa que, sin embargo, parece seguir siendo caballito de batalla de muchos predicadores exitosos, y, obviamente, un pensamiento de muy fácil consumo masivo. Una salvación y una vida con esas características es muy fácil de vender, y más fácil de comprar, aunque el precio sea elevadísimo.
Me acordé, entonces, de un parrafito del Negro Dolina en el que con calidad de artista desdibuja esta idea, y nos regala un firulete de su pluma.
En un lugar preciso de la cancha de Piraña acecha el demonio. A veces los jugadores pisan el sector infernal, adquieren habilidades secretas, convierten muchos goles, triunfan en Italia, se entregan al lujo y se destruyen.
Otras veces los jugadores pisan al revés y se entorpecen, juegan mal, son excluidos del equipo, abandonan el deporte, se entregan al vicio y se destruyen.
Hay quienes no pisan jamás el coto del diablo y prosiguen oscuramente sus vidas, padecen desengaños, pierden la fe y se destruyen.
Conviene no jugar en la cancha de Piraña.

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