domingo, 27 de septiembre de 2009

Relaciones

De tanto andar choreando citas por ahí, ya ni me acuerdo de dónde copié esta cita que hoy comparto.

Cuando le preguntaban a Martin Buber - el gran filósofo y teólogo judío - "¿Dónde está Dios?", él era los suficientemente astuto como para no dar respuestas estereotipadas como: Dios está en todas partes, Dios está en las iglesias o en las sinagogas. Buber respondía que Dios está en los relacionamientos.
Dios no se encuentra en las personas, sino entre las personas.
Cuando dos personas están verdaderamente en sintonía una con otra, Dios se aproxima y llena el espacio entre ellas para que
queden unidas. Tanto el amor como la verdadera amistad son algo más que sólo una forma de saber que somos importantes para alguien.
Son una manera de llevar a Dios a un mundo que, de otro modo, sería un valle de egoísmo y soledad.

6 comentarios:

  1. Me encantó, mi querido sospechador, realmente bella esta cita, porque me da la esperanza de saber de algún modo que Dios está conmigo y entre nosotros.

    Besos querido amigo.

    ResponderEliminar
  2. Y tantos rincones de la "realidad real", en los que Dios habita, y no somos capaces de reconocerlo....

    ResponderEliminar
  3. La verdad es que yo ya no sé si Dios camina a mi lado, si desapareció, o si realmente me lleva en brazos y yo soy tan necia de no darme cuenta.

    Si realmente me gusta esta cita es porque yo no sé encontrame con Dios si no es a través de las personas (normalmente de las que más sufren, esto ya no sé a qué se debe; ¿tienen ellas más derecho a Dios que el resto? o ¿sólo son paranoias mías?), por eso es grato pensar que Dios está en los relacionamientos.

    Besos.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. probablemente sea cierto lo que decís Ruth, que los que más sufren tienen más derecho a Dios que el resto, pero eso no quita que puedas padecer una severa paranoia (ja, ja)
    a mí, en cambio, me sorprende esta visión de Dios pero no me es difícil imaginámelo provocando, concertando, promoviendo, sosteniendo las relaciones valiosas y mostrándose a través de ellas.
    abrazos "divinos", entonces.

    ResponderEliminar
  5. ¡Qué bello es pensar que se invoca a Dios al disponerse amorosamente a una persona!


    ¡Y qué duro!

    ResponderEliminar
  6. Jajaja, me gustan tus abrazos "Divinos"

    Pues claro, si es que Dios tiene que estar entre las personas, no va a estar siempre allí en el pedestal de oro. Y yo sé que esto que digo horroriza a mucha gente y puede que hasta me digan blasfema, pero es que no le encuentro sentido a un Dios que no está entre nosotros, y también como ya te dije que soy una negada para verlo de otra forma o tener encuentros espirituales como dice tener otra gente (que no dudo de ellos), pero supongo que cada uno tiene su forma peculiar de ver y encontrarse con Dios. Otra cosa será que este modo peculiar lo diseñemos nosotros o el propio Dios, ahí ya tengo mis dudas, pero sea como sea, si yo me siento mejor persona y siento a Dios en ciertas personas, y no hago daño a nadie por tener esas creencias, pues tampoco veo que sea tanto delito pensar o creer de ese modo. En fin, como ves sigo con mis paranoias.

    Besos.

    ResponderEliminar

Dejá aquí tu comentario, o tu sospecha: