viernes, 14 de agosto de 2009

Desesperado: ¡Perdí mi libro!

Unos días atrás, durante un viaje en colectivo, dejé olvidado un libro que estaba leyendo y que, por tal razón, me quedó inconcluso. Esta es una situación anecdótica sin mayores relieves. El libro es una colección de relatos breves e independientes, y por ese motivo no me quedé con ningún final irresuelto. Aún así no pude superar la sensación amarga que me provocó haber perdido mi libro sin tener completa su lectura.
Entonces fui a la librería y compré otro ejemplar del mismo libro para poder terminar de leerlo, y para cerrar esa pequeña herida que no dolía, pero molestaba mucho.
¿Por qué se produce esta ausencia ante la falta de un objeto del cual se puede prescindir completamente, o –mejor aún– reemplazar por otro? ¿Qué me une a esa lectura para salir a reparar lo que no debería ser sino un incidente intrascendente? ¿Qué tipo de vínculo se genera con el objeto libro, o con la lectura, o con el texto, que no alcanzo a reconocer pero que su falta pone en evidencia?
Afortunadamente, a pocas páginas de andar, en mi retorno al interior de aquella lectura, el propio libro me proporciona algunas pistas.
“La máquina de Lulio, el temor de Mill y la caótica biblioteca de Lasswitz pueden ser materia de burlas, pero exageran una propensión que es común: Hacer de la metafísica, y de las artes, una suerte de juego combinatorio. Quienes practican ese juego olvidan que un libro es más que una estructura verbal, o que una serie de estructuras verbales; es el diálogo que entabla con su lector y la entonación que impone a su voz y las cambiantes y durables imágenes que deja en su memoria”.
Jorge Luis Borges,
Nota sobre (hacia) Bernard Shaw, Otras Inquisiciones

6 comentarios:

  1. Cada vez, mi visión del libro es despojada de su romanticismo... el libro como diálogo es una forma de verlo que ya no me atrae. Sin embargo me gusta verlo como fuente de emociones...

    ¿porqué comprate el libro en vez de bajarlo de Internet? Si te faltaba tan poco no debería haberte importado leer unas páginas en la máquina...

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  2. bueno, justamente, porque me gustaba más la posibilidad de seguir teniéndolo en la bilbioteca, de tenerlo en mis manos con una fisonomía concreta que adopta el texto. No digo que sea lo mejor, pero hay cuestiones que van más allá del texto o la lectura ¿no? Capaz que hablo al dope, pero hoy lo entiendo por ahí.
    un abrazo

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  3. Hola Lubi. ¿No será que el libro y en general, la escritura es una forma de entablar relación con lo social?. Hay vida en ese papel con tinta.

    Saludos

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  4. Hola Carolina, gracias por pasar. Hay vida en ese papel con tinta, ciertamente, y yo puedo relacionarme y modificar esa vida. No solo al texto, sino a esa vida.
    saludos para vos, también

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  5. Querido amigo, ¿qué haría yo sin los libros?

    Ciertamente es una relación, no sé si indirectamente con el autor del mismo o sólo con su palabra. Pero sin duda alguna, independientemente de su temática o género, los libros son puertas abiertas, a la imaginación, a creación de historias nuevas y al saber.

    Besos mi querido sospechador de rumbos.

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  6. gracias ruth, por tu siempre bienvenida sospechosa visita a este rincón. y gracias por compartir estas incursiones por ámbitos fasinantes como la lectura y los libros
    saludos ...

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