domingo, 12 de julio de 2009

de triunfadores varios

Existe –a qué negarlo– una tiranía del primer lugar. No todos reconocen su autoridad, pero la gran mayoría somos esclavos, aún sin saberlo, de sus designios dictatoriales. Y en pos de ser el mejor, el más destacado, el que llega primero, nos vamos convirtiendo en personas que jamás deseamos ser, o aparentamos personalidades cuyos logros no detentamos. Una de las herramientas más poderosas que supo dar el consumismo del capitalismo neoliberal es la etiqueta social de ‘winner’ o ‘looser’. Lo cierto es que quién más, quién menos, todos soñamos con ser el mejor. Pero, digo, sospecho, ¿alcanza con ser el mejor? ¿No es mediocridad (contrariamente a lo que se supone) sólo pretender ser el mejor de lo que hay, en lugar de procurar los límites máximos de mis posibilidades? Y por otro lado, ¿de dónde viene el designio de que hay que ser el primero? ¿Por qué no debería ser feliz con dar lo mejor de mí y evaluar y disfrutar los logros obtenidos? Ese pensamiento favorece el conformismo, dirán muchos. Y es ciertísimo. Hace falta ser muy sincero, muy íntegro y muy maduro para poder hacer semejante autoevaluación. Pues bien, de eso hablamos. De eso se trata ¿no?

Pero aunque en más de una nos manquemos en el intento, habemos más de cuatro que hemos renunciado a la dictadura del primer lugar. A pesar de nuestro autoengaño, de nuestras inconsistencias y nuestra inmadurez. Esto no hace a nadie mejor que nadie, por el contrario, establece a cada uno como un ser capaz de alcanzar sus propios brillos y miserias.


En el programa de Quique Pesoa del domingo pasado apareció esta joyita de Sebastián Monk, con lenguaje futbolero y ritmo atorrante, que se llama Abran Cancha, y que me encantó. Por eso, nada más (¿hace falta más?), lo comparto hoy aquí.

2 comentarios:

  1. Así es Lubi; esto da lugar a reflexión, ¿por qué y para qué???, y como últimamente tengo complejo de niña de tres años, y continuamente me pregunto el por qué de todo, esto no deja de generarme otro interrogante más en mi mente.

    Besos.

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  2. es dificil vivir cuestionando todo, pero hay tantos "por qué" que nunca nos hicimos, que necesitamos ponernos al día si queremos clarificar un poco dónde estamos parados.
    un abrazo
    Lubi

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