viernes, 11 de junio de 2010

empezó el mundial ¿y ahora... ???



Hace cuatro años, con motivo del Mundial de Fútbol anterior, Coca Cola puso en circulación unos calendarios muy particulares: el clásico calendario con un taco en el centro, al que se le van arrancando las hojitas día a día, pero que más allá de comunicar los datos fundamentales del día de la fecha, en el centro de la hojita ostentaba un enorme número que daba cuenta de la cantidad de días que faltaban para el comienzo del mundial.
Parecía un artículo comercialmente ingenioso. A mí me resultó algo más. Me llamó la atención acerca de cómo muchas veces vivimos de esa manera. Yo lo hago, aunque reniegue de ello. Cómo solemos vivir pendientes de eventos futuros que, se nos antojan, nos instalarán en una euforia más deseable que nuestro prosaico andar cotidiano.
Lo inconveniente, resulta ser que cuando pasa la fiesta, uno se queda como en el aire... como decepcionado. Antes de la fiesta, durante varias semanas, uno está expectante, anticipando y esperando. Pero, de repente, todo pasa y tenemos delante nuestro un vacío. Lo que esperábamos ya pasó, ya terminó, lo disfrutamos o no, pero ya no lo tenemos más.
Entonces muchos hacen, lo que yo me descubrí haciendo, gracias a ese almanaque: Buscando un nuevo objetivo en el cual centrar las expectativas. Y uno se fija en algún suceso importante, o en algún viaje que tiene planeado, o en el comienzo de esto… el fin de aquello... pero nos vamos haciendo una forma de vivir que siempre está mirando hacia “lo próximo”. Hacia una meta sicológica o emocional que nos ponemos, como la zanahoria delante del carro para ir tirando, para que nos haga llegar a un nuevo punto.
Cuando se trata de personas que son capaces de disfrutar de muchas cosas no les resulta difícil encontrar esas nuevas metas. No se les hace complicado encontrar en el futuro eventos importantes hacia los cuáles apuntar. Pero sucede en ocasiones, que uno se queda como una balsa en medio del océano, emocionalmente a la deriva, sin encontrar una referencia en la cual poner las esperanzas.
La religión se especializa en esto: nos promete deleites futuros y nos cobra con nuestro tiempo y energías hoy, nos arranca jirones de vida a cambio de esperanzas más o menos idealizadas.
La Biblia asegura que Dios va a dar a disfrutar a sus hijos del “río de deleites” (Salmo 36:8). Pero no sólo ubica su presencia y sus dones en una incierta ultramundanalidad. Tanto la presencia de Dios como sus deleites son para la eternidad que estriba en esta realidad presente. Dios nos regala el gustar de muchísimos placeres durante esta vida, pero no para que nos detengamos en ellos, y nos quedemos paralizados pidiendo más y más de lo mismo, sino para que miremos hacia adelante, gocemos hoy, mientras vamos dirigiendo nuestro andar hacia la presencia de Aquel que en sí mismo es la plenitud del gozo, consumación de todo aquello que podemos desear.
Nos invita, como dice el viejo sabio Atahualpa Yupanqui, a hacernos peregrinos de un sueño lejano y bello.
A disfrutar de la meta, y hacer del camino una anticipación de aquel destino propuesto.

2 comentarios:

  1. Me gusta el tema. Lo cantaba cuando aprendía guitarra, de chica.
    Lo del taco de Coca me lleva a pensar que deben haber metas cortas y largas, para que no vivamos expectantes del futuro, y a la vez para que se acerquen esos disfrutes merecidos. Y tambien momentos pequeñitos, de cada día, que nos llenen el alma, para no andar penando... piedra y camino.
    Un abrazooo don Moreno!!!
    (Poné ventana emergente, así uno puede escuchar la musica y escribir el comentario)

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  2. holaaaaaas, patri. coincido con tu idea de metas cortas y largas, pero las metas como instrumento, no como fin. el problema es cuando la expectativa en la meta ocupa el lugar que otras cosas y personas deberían ocupar. y nos autoconvencemos que lo importante es llegar allá, y despreciamos el acá y ahora, por un allá que, finalmente, nunca es tan significativo.
    con lo de la ventana emergente me mataste, vos sos la capa de esas cuestiones. yo, a gatas, me defiendo...
    saludillosssssssssss...

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