martes, 9 de febrero de 2010

Más sobre la identidad, y esas yerbas

En su libro: “Cuentos de los años felices”, Osvaldo Soriano dice que:
A fines del siglo XIX, Eduardo Madero, el constructor del puerto de Buenos Aires, se encuentra en España -en Sevilla más exactamente- con un escrito que lo impresiona. Es el texto original de lo que llevaba por título: “Plan de Operaciones”. Se trata de un archivo redactado por Mariano Moreno, promovido por el propio Moreno, que hizo aprobar en secreto por todos los miembros de la junta de gobierno de mayo de 1810, en el que el autor desarrolla una estrategia para lograr que la revolución iniciada con la toma del gobierno, se desarrolle y llegue a su consumación total. Esencialmente propone el terror como método para arrasar al enemigo. Quiere arremeter con todo, castigar, matar, hacer lo que sea necesario para imponer la revolución que han iniciado el 25 de mayo.
Madero le envía este material a Bartolomé Mitre quién lo recibe, lo evalúa, y lo reconoce como auténtico.
Pero para esta altura la historia oficial ya estaba escrita. Y Moreno quedó en la historia como un “intelectual y educador romántico, influido por las mejores ideas de la Revolución Francesa”. A la historia le quedó más cómodo, o le convenía, un Mariano Moreno con esa imagen, y así lo dejó.

Hoy sabemos mucho más de las ideas radicales, revolucionarias, y republicanas de Moreno. Y de cómo su intransigencia en cuanto a luchar por la libertad y el triunfo total de la revolución de mayo, lo llevó a perder la vida.
Sin embargo, todavía hoy, se sigue transmitiendo en las escuelas esa imagen de Mariano Moreno. El intelectual, el periodista, secretario gris del gobierno, con algunas diferencias con Saavedra.
Esa es la imagen que la Historia prefirió sostener, y así lo hace, todavía hoy en día.

2 comentarios:

  1. Hola Lubi, las escuelas, los autores, los políticos, cada cual atiende su juego, desde la época de la revolución. Siempre hay caras mas vendibles que otras. El tema es quién las compra.

    Nuestra historia es muy compleja.
    Está hecha de monstruos y de pequeños "insectos" que arrasan.
    Yo quiero hacer la historia desde ahora. Porque también están los que construyen.
    Por lo menos, mi historia.

    Un mate a la distancia!

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  2. Hola, Patri. Coincido con lo que decís, a lo que también apuntaba esta cita era a demostrar de qué manera también nosotros afectamos la identidad de otros. Incluso, en ocasiones, la condicionamos. Seleccionamos lo que nos gusta, lo que queremos, lo que nos sirve del otro. muchas veces no nos dejamos ser. en la medida que reconozcamos esto vamos a estar un poquito mejor pertrechados para resistir esos condicionamientos.
    Va otro matecito para allá.

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