Ayer entré a un negocio que frecuento pero no demasiado. Sin embargo suelo charlar un poco con las chicas y los muchachos que atienden allí. Cuando salía del negocio, la chica que estaba al mostrador me deseó que, "por las dudas que no nos volvamos a ver", pueda tener yo felicidades, en relación a las fiestas que están en puerta. Me gustó el gesto, pero no me termina de convencer el hecho que necesitemos una excusa así para obsequiarle buenos deseos a los demás. Si al menos estas fiestas nos sirven para tener esa disposición hacia aquellos con los que convivimos, nos habrán servido, mínimamente, para obsequiar buenos augurios. Deberíamos hacer de esto un punto inicial para que podamos extendernos más allá de la circunstancia podeamos desearnos y hacernos el bien, más allá de lo que determine el almanaque.
Con esta imágen (cuyo autor desconozco, pero a quien felicito) quiero saludar a todos los eventuales sospechantes que pasen por este rinconcito en estos días y acercar mis saludos no sólo para la navidad, sino, especialmente, para el resto de del año.
Con esta imágen (cuyo autor desconozco, pero a quien felicito) quiero saludar a todos los eventuales sospechantes que pasen por este rinconcito en estos días y acercar mis saludos no sólo para la navidad, sino, especialmente, para el resto de del año.