Hace un tiempo citaba una frase de Peter Townshend atribuyéndole al rock cualidades que, a mi entender, deberían ser características de la fe cristiana. Pretendo continuar acumulando cuestiones que no está mal reconocerlas en otros ámbitos, pero que evidencian que en algún momento de su recorrido el cristianismo dejó caer y perder elementos que le deberían ser propios. No hay inconveniente alguno en asociar estas cuestiones a otros ámbitos, el problema es que NO los asociemos a quien debería enarbolarlos como parte de su centro mismo, de su perfil más esencial.
Rescato, así, esta carta breve, emotiva, y riquísima del Che Guevara a sus hijos. En ella señala a un aspecto principal como la “cualidad más linda de un revolucionario”. Sería deseable que muchos, a leerlo, pensaran: “¡pero esa es la cualidad más linda de los cristianos!”. No ocurre de esa manera. Nadie relaciona a un creyente evangélico, católico, protestante, como el prototipo de alguien comprometido con el dolor y el sufrimiento de los demás, con la justicia sin fronteras ni amiguismos.
Me pregunto, entonces: ¿La falta de la esencia, no nos transforma en otra cosa que, con el mismo rótulo anterior mutó a una nueva entidad? Sigo preguntándome: Más allá de la continuidad institucional, de la identidad histórica y formal, si perdemos aquello que Townshend le atribuye al rock, esto que Guevara le atribuye al revolucionario, aún así ¿seguiremos siendo iglesia?
Rescato, así, esta carta breve, emotiva, y riquísima del Che Guevara a sus hijos. En ella señala a un aspecto principal como la “cualidad más linda de un revolucionario”. Sería deseable que muchos, a leerlo, pensaran: “¡pero esa es la cualidad más linda de los cristianos!”. No ocurre de esa manera. Nadie relaciona a un creyente evangélico, católico, protestante, como el prototipo de alguien comprometido con el dolor y el sufrimiento de los demás, con la justicia sin fronteras ni amiguismos.
Me pregunto, entonces: ¿La falta de la esencia, no nos transforma en otra cosa que, con el mismo rótulo anterior mutó a una nueva entidad? Sigo preguntándome: Más allá de la continuidad institucional, de la identidad histórica y formal, si perdemos aquello que Townshend le atribuye al rock, esto que Guevara le atribuye al revolucionario, aún así ¿seguiremos siendo iglesia?
Queridos Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto:
Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre Uds.
Casi no se acordarán de mi y los más chiquitos no recordarán nada.
Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones.
Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.
Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía.
Un beso grandote y gran abrazo de
Papá
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