Hace unos días me topé, en una red social, con una pseudo
denuncia. Se trataba de esta ilustración que pretendía demostrar el estado
actual de la familia. Aludía –entiendo– a que la actual situación de desintegración
que padecen las familias es consecuencia (al menos en parte) de la condicion
que el dibujo señala: cada uno en su propio mundo, atendiendo a sus propios
intereses, ensimismados cada uno en sus asuntos privados sin conexión con los
restantes miembros de la familia. Conclusión: una familia alienada.
Ahora bien, para esa
situación, la misma publicación proponía la siguiente alternativa:
Nuevamente hago referencia a la interpretación personal y
digo que, la sensación que me deja una mirada rápida a esta nueva propuesta es
la de otra familia igualmente alienada. No digo que la oración sea una práctica
alienante. Pero, humildemente propongo otro tipo de alternativa a esos dos
modelos exhibidos.
Mi propuesta es la de una familia abarcativa, amplia. Donde
caben no solamente aquellos ligados por lazos de sangre, de leyes o de
conveniencia, sino los que el Espíritu Santo y el afecto son capaces de
incluir.
Una oración espontánea, que no esta limitada a posturas ni a
representaciones gestuales, simbólicas y predeterminadas. Una oración que se da
no solo en el monólogo o en la introspección, sino que se hace presente en la
charla, la cotidianeidad así como también
en la búsqueda interior.
Una adoración profunda, que no tenga que ver tanto con el ámbito
y la predisposición manipulable, que no este sujeta a sugestiones colectivas sino
ligada a una actitud interna, que no procura la exteriorización, solo la
alcanza.
Una vida de familia, de oración y adoración cuya demostración
no esta restringida al ámbito interno y espiritual, ni al gestual y ritual,
sino que, mas alla de su origen, se prodiga en gestos constantes que hablan de aquello de lo que el
corazón está lleno (Mateo 6.45).
Finalmente: esta es tan solo una propuesta más. Las hay
numerosas. Ya mismo se me están ocurriendo otras, algunas de las cuales
presentare aquí, nuevamente.
Las dos primeras posturas son al mismo tiempo extremas y los extremos se tocan. Considero que son dos maneras de vivir enfermas, y la enfermedad lleva a la muerte inevitable, y en cualquier orden. La vida es más diversa, mas cambiante, maleable, alegre y triste, digna de ser vivida. Un lugar para el dialogo, acalorado y tranquilo, de oración y silencio, de trabajo y descanso, de unos mates y abrazos, de sonrisas y llantos, de exaltación y adoración external pero también silenciosa, interior. Debemos probar, experimentar otras propuestas para crecer...
ResponderEliminarprueba-error ¿no? sin miedos. convencidos de que vamos a errar. confiados en que vamos a avanzar.gracias por tu comentario
ResponderEliminar