Del grosso, Federico Pagura
sábado, 20 de septiembre de 2014
lunes, 16 de junio de 2014
Me gustó mucho, y lo comparto
Elogio y
reverencia
por Ricardo Gondim
Reverencio a los mansos: gente con semblante
pacificado por la ternura del encuentro y que nunca mira de soslayo.
Reverencio a los sensibles: gente con el alma ablandada por el dolor del mundo y que jamás da la espalda al quebrantado.
Reverencio a los audaces: gente con el espíritu fortalecido por el amor a la justicia y que no teme el manoseo de su reputación.
Reverencio a los discretos: gente con la idea de triunfo forjada para la honra desinteresada y que no vende el alma por el aplauso.
Reverencio a los íntegros: gente con sentido de vida plantado en la ética del amor y que vive de principios nobles.
Reverencio a los santos: gente con biografía inspirada por e respeto a la vida y que genera envidia santa en personas comunes como yo.
[Si alguien pregunta: ¿Existe envidia santa? Obvio. No tengo cómo esconderla, ella late en mí. Mi envidia santa
admira y aplaude. Confieso: no vacilo en postrarme ante la dignidad, la
belleza, la lealtad y la grandeza de quien quiera que fuese.]
Soli Deo Gloria
viernes, 25 de abril de 2014
jueves, 2 de enero de 2014
no esta mal, para empezar
Feliz Año Nuevo
Tengo
un amigo que me enseño que “Dios es bueno y sabe amar”. De hecho, amar es un
arte. La mayoría de nosotros tiene “un modo medio entupido de ser y de decir
cosas que pueden lastimar”. Saber amar implica saber hablar y saber oír, estar
presente sin ser invasivo, aconsejar respetando la autonomía, socorrer sin
generar dependencia, suplir sin quitar responsabilidad, decir “no” sin precisar
explicar y decir “si” cuando es necesario en vez de cada vez que se quiere,
revelar verdades sin partir defectos, fomentar virtudes sin esconder las
faltas. Saber amar exige abnegación sin expectativa de retribución, donación
sin cobrar recompensa, generosidad sacrificial y disposición para el perdón setenta
veces siete. Amar es también generar condiciones para que la persona amada se asuma
y aprenda a amarse a si misma, perciba sus limites sin volverse cautiva de la vergüenza.
Amar es dar lo mejor que tenemos y de lo que somos en beneficio de la persona
amada. Amar es abrir la ventana para que el pájaro vuele libre y la golondrina
vuele feliz.
Todo
eso te deseo en 2014.
Que
experimentes la precisión del escandaloso amor de Dios. Y crezcas en el
maravilloso arte de amar.
Ed
Rene Kivitz
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